El hotel estaba muy limpio, tenía un personal muy atento y también inteligente, y unos desayunos geniales. Nuestra habitación era práctica, con un buen diseño y bien cuidada y tenía vistas al río. Ubicación muy cómoda y también ideal junto al río y dormitorios grandes. Cuando hacía un frío gélido, fuimos a The Corner Cafe, situada en las cercanías, y tomamos un café y pasteles. En el bar de vinos hacen unas bebidas gratuitas.

Tengo que decir que tuve una gran estancia en este hotel. El personal fue muy amable y nos dieron una cálida bienvenida desde el momento en que llegamos hasta que nos fuimos. nos sorprendieron con pequeños detalles, como una copa de bienvenida y un periódico en el desayuno. La habitación era encantadora, con un baño estupendo y todas las comodidades necesarias. Además, la ubicación era perfecta, ya que estaba cerca de bares, restaurantes y otros lugares de interés. Definitivamente recomendaría este hotel a todos y me encantaría volver en futuras visitas a la zona. ¡Fue un verdadero hallazgo en nuestro viaje por Escocia!

En cuanto a los aspectos negativos, puedo decir que todo estuvo bien.

La habitación era maravillosa y moderna, y lo suficientemente espaciosa, había de todo, una zona de estar, una plancha y tabla de planchar, una mesa de trabajo. Además se encontraba en una ubicación bonita y perfecta a poca distancia del Ebenezer Street. Comida súper rica, vistas estupendas, servicios agradables...

Un desayuno excelente, una habitación de buen tamaño y única🙂

El personal de recepción excelente y agradable. Habitación y baño bonitos. Comida excelente en el restaurante. Buena selección y servicio en el bar.

No se puede culpar a la propiedad de ninguna manera.

gracias de verdad chicos por el servicio! me ha encantado este lugar bien organizado, pasé ahí 2 noches. el desayuno era excelente y tenía una gran selección de opciones. las habitaciones eran prácticas, con un buen diseño, con un baño privado. un personal atento! la ubicación era muy fácil y cómoda, cerca del ebenezer street.

Me hospedé en un hotel encantador, con una mezcla perfecta entre lo antiguo y lo moderno. La bienvenida en recepción fue cálida, y nos acompañaron al ascensor antiguo hasta el primer piso. Las habitaciones estaban bellamente decoradas, con pequeños detalles como whisky, agua y galletas en la mesa de tocador. La cama era muy cómoda y estaba impecablemente limpia. El baño brillaba y había muchas toallas, además de productos de ducha de buena calidad. disfruté del desayuno, con una selección variada de cereales, zumos y yogures, y unos huevos revueltos muy bien condimentados. Incluso el pan integral para tostar y la mermelada eran deliciosos. Sin duda, volvería a este hotel si alguna vez regreso a la zona.

La única cuestión que tuve con el hotel fue el ruido que provenía del piso de al lado. Los crujidos del suelo me hicieron pensar que había alguien en mi habitación, pero una vez que me di cuenta de que no, pude dormir muy bien.